viernes, 12 de marzo de 2010

La búsqueda de contrastes de opinión en torno a las formas de vigilancia y castigo, a partir de entrevistas realizadas a internos del recinto penitenciario de Los andes, extractos de escritos sobre poder y sociedad de Foucault, Violencia y justicia de Manuel Rivacoba y discursos dados por agentes gubernamentales sobre políticas criminales o manejo social frente a la delincuencia.

El contraste dado por el diálogo entre estas tres visiones frente a un problema particular aporta una nueva mirada al mismo.
Así es posible formular cuestionamientos sobre estas políticas actuales de encarcelamiento y rehabilitación.

Estos cuestionamientos apuntan a su vez a ampliar el espectro de posibilidades históricas, me refiero con esto a visibilizar la realidad de internos, sus críticas, necesidades y opiniones frente a lo que han experimentado.

¿Cuáles son los motivos que llevan a un ser humano a cometer actos delictuales?
¿En base a qué criterios se juzga a esta persona?
¿Existe efectivamente un programa gubernamental que se haga cargo de contextos sociales extremos, donde lo más seguro es que por falta de herramientas educacionales sus habitantes perpetúen un círculo vicioso de actos violentos contra otros y en contra de ellos mismos?

Y una vez que han caído en prisión, existen programas de gobierno que se preocupen de reinsertar educacional y económicamente (con trabajo estable) a estas personas.
¿De dónde viene esta visión polarizada de bien y mal?

El ejercicio del poder es inevitablemente un ejercicio de sometimiento, amputación de la humanidad y sus derechos "¿No será porque de un modo general el sistema penal es la forma, en la que el poder como poder, se muestra del modo más manifiesto? Meter a alguien en prisión, encerrarlo, privarle de comida, de calefacción, impedirle salir, hacer el amor..., etc., ahí está la manifestación del poder más delirante que se pueda imaginar" (M. Foucault, la microfísica del poder).
No se trata acá de buenos o malos, esas estructuras son parte de historietas y comics, en verdad no son posibles al interior de realidades sociales complejas y dinámicas.
Cada ser humano se desarrolla y proyecta seguir un contexto social y es eso a lo que se debe apuntar y así ejercer un poder positivo y constructivo, con oportunidad y reinserción social.
Esto es lo que motiva la creación de esta video instalación.
A través del formato video se resuelve espacialmente la posibilidad de este diálogo, el diálogo entre estas tres mentalidades es ficcional, ocurre en un espacio y tiempo ficticio, ocurren en el único espacio donde podría ser posible, ya que el video posee esta particularidad de plasticidad atemporal.

¿Cómo se estructura la ciudad?

La ciudad como construcción mental, división de espacios (ubicación y control),
identificación de roles sociales según geografía inicial del individuo (donde nace y se desenvuelve)
Sectorificación y distribución de poder económico y educacional
organización/homogeneización
pocos recursos destinados a la reinserción.

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